Perfeccionarse a sí mismo, como método para reestablecer el califato

De los distintos métodos existentes para el restablecimiento del califato, el de “perfeccionarse a sí mismo” es paradójicamente promovido tanto por algunos grupos “sufís” como por otros que se identifican como «salafis». En este documento se presenta una evaluación profunda del mismo con base en la sunnah y el Corán con el objetivo de comprender los resultados que se pueden esperar de su implementación.

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Responsabilidades del estado islámico y la sociedad hacia el individuo

 Según la opinión de Ibn Hazm de Cordoba (Abehacen) Del libro: Ibn Hazem wa nazratuhu at tarikhiyah . Dr Abdul Alim Awiz. Traducción de: Abu Muhammad Víctor Qásem

 De entre las más destacadas opiniones de Ibn Hazem, las cuales se consideran como el comienzo de la renovación- es su opinión sobre la responsabilidad de la sociedad y el estado por los derechos básicos del individuo. Ibn Hazem tiene un escrito que es conocido por esto, y el cual conocen los alfaquíes, en especial los contemporáneos, en la base de que es una regla de legislación pionera, y en la cual el legado islámico lucha por lo que se llama como «la igualdad social» o como también se nombra como «el socialismo» y de esto se basan los movimientos que reafirman (los derechos humanos) sociales y económicos.

Dice Ibn Hazem: «Es una obligación para los ricos de todos los países que ayuden a los pobres, ordenándolos el gobernante a hacer esto, así si no se pueden entregar «las limosnas y azaques» para ellos, ni nada de todos los bienes de los musulmanes para ellos, se les debe alimentar con las cosas necesarias, y se les debe vestir con ropas para el invierno y el verano y darles donde habitar, para protegerles de la lluvia, el verano, el sol y de la vista de la gente y tener privacidad

(1). El planteamiento se basa en la aleya: «Y dad a los parientes cercanos su derecho, y a los necesitados y al hijo del camino» (persona extranjera que no puede volver a su patria por alguna causa económica)

 (2). No entra en el conjunto de cada uno de estos sino más que propiciarles el alimento, las vestiduras y la vivienda. y el hadiz del Profeta (ByP): «El musulmán es hermano del musulmán, no comete con el injusticia y no le abandona (a sus enemigos o ante la necesidad)»- así quien lo deja hambriento, desnudo, pudiendo alimentarlo y vestirlo- lo ha abandonado

 (3). – Completa Ibn Hazem los otros planos de su teoría, sacando como resultado otras reglas que son del mismo nivel, entre ellas es que no es lícito para el musulmán necesitado que coma carne mortecina o carne de cerdo, dado a que puede encontrar alimento que le sobre a su compañero, sea musulmán o dimmí, dado a que es obligación para quien posee alimento que de de comer al hambriento, y si esto es así, entonces no se encuentra en una necesidad extrema de comer carne mortecina o carne de cerdo, y por lo mismo (el necesitado) puede luchar por esto, así, si es muerto (por que no quiere darle de comer, teniendo la posibilidad de hacerlo) a su asesino se le aplica el talión, pero si el que no quiere darle sale muerto, obtendrá la maldición de Al-láh dado a que ha prohibido un derecho, y porque pertenece al grupo de los desobedientes»

 (4). Nosotros vemos en ambos textos, en los cuales se apoya Ibn Hazem, con muchos argumentos del Corán, los hadices y los dichos de los sahabas- que reafirma tres ámbitos:

 1- La Solidaridad Social.

2- La obligación del Estado en preocuparse por los derechos del individuo de la sociedad.

3- El nivel de vida digno, el cual se considera como el límite básico de cada persona (1), y este límite básico lo describe Ibn Hazem en tres cosas que lo conforman: el alimento que es necesario para una vida digna y que proteja la salud de la persona, y de este modo no sufra enfermedades ni debilitamiento. Las vestiduras que le protejan del frío y el calor, o sea ropas de invierno y de verano. La vivienda bien construida para soportar el viento, para poder calentarse del frío, par la protección del sol y la lluvia, y todo esto tiene el motivo de lograr para el pobre un nivel de vida digno y que merece todo humano que Al-láh ha honrado y dignificado (2).

 Esta demás explicar que las medidas de provisión y armonía en estas necesidades básicas, son diferentes de una época a otra, por esto encontramos que Ibn Hazem no expone su consistencia en medidas o valores, sino que lo deja a la analogía de la sociedad y las situaciones que hay en el medio y el nivel de progreso que haya. Pero la pregunta que se cuestiona en esto es: ¿Si el estado no responde a lo que está obligado hacerlo, como es la recaudación del azaque y otros impuestos limitados, es lo bastante suficiente para llevar a cabo estas provisiones- entonces de donde puede dar solución a estas necesidades básicas de los individuos?

 Ibn Hazem opina que en esta situación, es un derecho del estado musulmán, que obligue a los ricos a que le ayuden a realizar el cumplimiento de estos derechos, «dado a que los bienes tiene un derecho, a excepción del azaque» y quien dice que no hay derecho en los bienes ajenos, a parte del azaque, ha mentido, sin poseer ningún argumento que apoye lo que dice, y ningún texto ni consenso que lo corrobore (3)». El azaque por sí solo no puede preocuparse por la responsabilidad social en el Islam. Y ciertamente esta responsabilidad social, en todas sus formas se preocupa este orden, en especial en que las exigencias de la vida y las obligaciones del estado se han diversificado y aumentado.

 A esta visión es a la cual se dirige Ibn Hazem, completando con esto una parte de su teoría sobre la entrega de las necesidades básicas de las personas- y esta es la opinión por la cual se inclinan los investigadores musulmanes actuales, dado a que esta teoría se preocupa en las bases socioeconómicas completas (1), y da al estado la oportunidad de controlar las obligaciones en un límite económico flexible, pudiendo a través de este poder ordenar a parte del azaque impuestos internos para así cubrir las necesidades de las clases necesitadas (2) y para levantar proyectos y organizaciones que son obligatorias que se establezcan dado a las necesidades de la época.

La verdad es que el principio (que en los bienes no hay derechos, a excepción del azaque) basado en un fundamento profético, el cual han expuesto algunos alfaquíes, argumentando que el azaque abrogó esto- en este principio, Ibn Hazem no lo discute, ni se opone con diferentes fundamentos basados en el Corán y la Sunna, y en los dichos de los sahabas y los tabi’ínes- y sus formas- son muchos más correctas que las del alfaquí zahirí Abu Muhammad Ibn Hazem (3), al momento que no exageramos si decimos: Ciertamente esa opinión no se ha destacado en el pensamiento islámico- como tampoco se ha revisado sino hasta hasta que se presenta esa defensa fuerte y afirmativa de Ibn Hazem. Se engloba hacia los factores de la teoría de Ibn Hazem sobre la responsabilidad social, su opinión sobre dos ámbitos de entre los planos de la vida social:

1- Los derechos de vecindad y de cooperación.

 2- El derecho de la hospitalidad.

 Estos dos derechos no han sido estudiados por la mayoría de los pensadores islámicos, dado a que la mayoría de los alfaquíes ven a ambos derechos dentro de lo que respecta a «las cosas recomendadas por la ley islámica y partes de las etiquetas sociales a cumplir». Pero Ibn Hazem es el que más de entre los imames de las escuelas de jurisprudencia se preocupa de estos temas, y es quien alcanza este ámbito por medio de una observación legal, dándole una importancia legal, como una parte de la legislación social e islámica, que posee la característica de obligatoria, y que no es algo dejado de lado por deseo del individuo o sus inclinaciones particulares.

Lo que es habitual en las costumbres, es que el vecino necesita a su vecino en algunas necesidades, como lo es las bestias de cargas, la tela para hacer una prenda de vestir, utilizar el hacha para cortar, la olla para cocinar, la sartén para freír, el cubo, la cuerda y la rueda para moler (en un molino de agua), la aguja para coser, y todas aquellas cosas que tienen utilidad- estos objetos si son pedidos por el vecino, éste debe prestárselos, dado a que los necesita, por lo mismo hace obligatorio que se los preste su cumple con entregarlo… sobre su situación de ser obligatorio, dice Al-láh, el Al-tísimo: «¡Ay de los que hacen la azalá. Aquellos que descuidan sus oraciones. Aquellos que ostentan y niegan la ayuda «, en esta aleya Al-láh amenaza con el Fuego a quien no presta ayuda (1).

Ibn Hazem presenta- después de este juicio- algunas definiciones que se transmiten sobre el significado de la palabra «ayuda», así como algunos hadices y crónicas históricas sobre el buen comportamiento de los sahabas y los tabiínes, lo cual reafirma la obligatoriedad de «la ayuda» (2), Ibn Hazem considera esta ayuda como la medida que no engloba todo, a pesar de que sea habitual sin que haya daño por parte del que le ha sido prestado algo (3), dado a que la base de la relación vecinal es la confianza, no el mal pensamiento y la acusación del otro, dado a que lo que se cree es lo más falso que hay (4).

 La verdad es que encontramos en el famoso juicio de Ibn Hazem: «Es una obligación de los ricos, de la gente de cada país que ayuden a sus pobres, y los obliga el gobernante a esto (1)» un tipo de preocupación social basado en la unidad geográfica y poblacional, que se basa en la vecindad, así en el significado jurídico, en el cual se apoyan algunos alfaquíes sobre el tema de la vecindad, es que cuarenta personas de diferentes partes conforman una aldea, es más una pequeña ciudad- con una unidad completa- los ricos se preocupan por los derechos de los pobres, en lo que se refiere a facilitarles sus necesidades básicas.

Apoya este planteamiento que hemos mencionado de la orientación de Ibn Hazem sobre el derecho de la ayuda, y como también lo apoya la regla jurídica que no permite que el azaque salga del país a menos que se haya cubierto todo lo necesario. Y de entre las formas de la preocupación social la cual ha hecho destacar Ibn Hazem , y la cual se hizo conocida en la práctica del derecho de hospitalidad, y otorgarle el grado de obligatorio, y considerarlo un pilar obligatorio del orden económico del Islam, el huésped puede pedir esta hospitalidad por medio de la pugna y la lucha por cualquier vía.

Dice Ibn Hazem: «La hospitalidad es obligatoria para el nómade, para el sedentario, para el alfaquí, para el ignorante: un día y su noche como obra pía y de atención, después tres días: hospitalidad y no se excede… pero si se le niega la hospitalidad obligatoria, puedo pedirla por la fuerza, y como sea, hasta que le sea aplicada» (2). Ibn Hazem se argumenta en el hadiz del Profeta (ByP), recopilado por Abu Daud: «Quien crea en Al-láh y el Día Final, que sea generoso con su huésped, y es válido por un día y su noche, y la hospitalidad son tres días, y lo que hay después de este tiempo es «sadaqa» (limosna), y no le está permitido quedarse allí hasta que se sienta molesto (3)». Ibn Hazem interpreta este hadiz- y otro- en su sentido literal, tal como es su método en la legislación islámica, dándole el énfasis de obligatorio, contradiciendo a la mayoría de los alfaquíes, que ven que esta materia de los derechos del vecino y de la hospitalidad son partes del comportamiento ético y cosas recomendadas por la religión, pero sin ser una obligación (1).

¿Es el testimonio de una sola persona suficiente para autentificar el avistamiento de la luna creciente de Ramadán?

Si el cielo está nublado o con neblina dejando un horizonte brumoso o de cualquier tipo que no permita realizar el avistamiento de la luna cresciente, entonces el testimonio de una persona es suficiente para autentificar el avistamiento. Sin embargo, esta persona debe ser ‘adl o honesta y se requiere que sea musulmana y de confianza y que se adhiera a las instrucciones del Islam y que no sea conocida por ser disoluta o moralmente relajada. Esto es así ya que el avistamiento de la luna creciente es uno de esos asuntos de la religión para los cuales se requiere ‘adalah u honestidad.

Sin embargo, si el cielo está claro y nada esconde de la vista la luna creciente, entonces se requiere el testimonio de un número de musulmanes. De acuerdo con Imam Abu Hanifa, Maalik  deben ser 2 personas. Imam Shaafi por otro lado dice que el testimonio de una sola persona es suficiente. Imam Shaafi probó su postura con varios textos, como sigue:

 Fue narrado por Ibn ‘Umar, que Allah esté complacido con él, dijo:

“La gente salió a ver la luna creciente y yo le dije al mensajero  de Allah (saw) que yo la había visto, y él comenzó el ayuno (basándose en mi testimonio) y le ordenó a la gente observar el ayuno (también) 1

 También fue narrado que ‘Ibn Abbas, que Allah esté complacido con él, dijo:

“Un beduino vino a ver al mensajero de Allah (saw) y dijo, “Yo he visto la luna creciente de Ramadán”. Él (saw) le dijo:¿atestiguas que no hay más dios más que Allah? Y el hombre respondió afirmativamente, luego el profeta (saw) le preguntó: ¿(y) das testimonio de que Muhammad es el mensajero de Allah? Él contestó afirmativamente (también), entonces él (saw) dijo “¡Oh Bilal llama a la gente a que comiencen el ayuno mañana!”2

An Nawawi dice que la opinión correcta en este asunto es que el testimonio de una sola persona (musulmana) honesta es suficiente en lo que a la luna creciente de Ramadán concierne y no como en el caso de la luna creciente dl Shwawal, la cual determina el fin del ayuno, y que para la mayoría de los eruditos si es necesario tener el testimonio de al menos dos musulmanes honestos para autentificar el avistamiento.

 As Sabuni ha hecho un comentario que vale la pena comentar  aquí: él dice que para autentificar el avistamiento de la luna creciente de Ramadán una persona honesta es suficiente debido a  las narraciones de Ibn Umar y de Ibn Abbas mencionadas arriba. Él añade que incluso si algo saliera mal con el testimonio en cuestión, no hay nada de malo que los  musulmanes ayunen un día extra a los días de Ramadán, no como en el caso del Shawwal, pues un error en ésta conexión podría significar un disminución en los ayunos obligatorios de Ramadán. Por eso es que el testimonio de al menos dos personas honestas es necesario para la autentificación de la luna creciente del Shawwal. Y Allah sabe mejor.

1Narrado por Abu Dawud

2 Narrado por Abu Dawud y At Tirmidhi.

 (500 questions & answers on Islamic Jurisprudence, Compiled and Translated by Muhammad M. Abdul-Fattah, Dar Al manarah, Egypt. pp.146-150)

La obligación de comenzar Ramadan con el primer país que vea la Luna

Oh Musulmanes! Cuando escuchen que un país Musulmán, cualquier país, sin importar cuán cerca o cuán lejos, declara que ha sido confirmado de manera legal que la luna de Ramadan ha sido vista, deben comenzar vuestro ayuno, y les es prohibido esperar al Gobernador o al Mufti de su parte del mundo darles la autorización para ayunar, y cuando escuchen que un país Musulmán, sin importar cuán cerca o cuan lejos, ha declarado que la luna de Shawwal ha sido vista, según el método reconocido en el la Shari’ah, deben concluir con el ayuno y celebrar Eid. Les es prohibido esperar el permiso de algún Gobernador o de algún Mufti para celebrar Eid.

شَهْرُ رَمَضَانَ الَّذِيَ أُنزِلَ فِيهِ الْقُرْآنُ هُدًى لِّلنَّاسِ وَبَيِّنَاتٍ مِّنَ الْهُدَى وَالْفُرْقَانِ

«En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán, dirección para los hombres y pruebas claras de la Guía y del Discernimiento[…]» (Corán 2:185)

 

Lamentablemente hoy la realidad es que la gente comienza Ramadan en días distintos y celebran Eid en distintos días, incluso en el mismo país y la misma ciudad.Debemos comprender las razones por las que la gente difiere en este asunto, los argumentos que presentan y el hukm shari’i que corresponde a este asunto según evidencias islámicas.

Es importante comprender que las fuentes de la Shariah para nosotros son fundamentalmente el Corán y la Sunnah. Nuestras emociones, opiniones públicas, la postura de la mayoría, normas, etc. no determinan el reglamento de la Shariah. El Profeta (saw) dijo: «Quien hable sobre el Corán sin conocimiento, entonces déjenlo preparar para sí mismo su asiento en el Fuego» [Tirmidhi, Ahmad, Nisai & Ibn Jarir]

Necesitamos recordar la declaración de Ibn Masud (ra): «El Jama’a es Haq (verdad) aunque sea una persona».

Alá (swt) dice:

 

يَسْأَلُونَكَ عَنِ الْأَهِلَّةِ قُلْ هِيَ مَوَاقِيتُ لِلنَّاسِ وَالْحَجِّ وَلَيْسَ الْبِرُّ بِأَنْ تَأْتُوا الْبُيُوتَ مِنْ ظُهُورِهَا وَلَكِنَّ الْبِرَّ مَنِ اتَّقَى وَأْتُوا الْبُيُوتَ مِنْ أَبْوَابِهَا وَاتَّقُوا اللَّهَ لَعَلَّكُمْ تُفْلِحُونَ
«Te preguntan acerca de las fases de la luna, di: sirven para indicar a los hombres el tiempo y la Peregrinación […]» (Corán 2:189)

 

فَمَنْ شَهِدَ مِنْكُمُ الشَّهْرَ فَلْيَصُمْهُ
«…así pues, quien de vosotros vea el mes, que ayune […]» (Corán 2:185)

Bujari y Muslim reportaron en la autoridad de Abdullah ibn Omar (ra) que el Mensajero de Alá (saw) mencionó Ramadan y dijo: «No ayunen hasta que vean la luna nueva, y no lo rompan (el ayuno) hasta que la vean; pero si el tiempo esta nuboso conclúyanlo (a los treinta días).»

Muslim también reportó en la autoridad de Abdulla ibn Omar (r) que el Mensajero de Alá (saw) mencionó Ramadan y con un movimiento de su mano dijo: «El mes es así y asá. (Después quitando uno de sus pulgares a la tercera vez indicando 29)» y luego dijo: «Ayunen cuando la vean, y rompan el ayuno cuando la vean, y si el tiempo está nublado calcúlenlo (los meses de Shaban y Shawwal) a treinta días.»

Bujari reportó en la autoridad de Ibn Omar (r) que el Mensajero de Alá (saw) dijo: «El mes consiste de 29 noches, así que no ayunéis hasta que la veais (osea, la luna nueva), y si el tiempo estuviera nublado, entonces complétenlo a treinta días.»

En la narración de Muslim, el Mensajero de Alá (saw) dijo: «El mes de Ramadan consiste de 29 días. Así que no ayunéis hasta que la hayan visto (la luna nueva de Shawwal), y si el cielo está nublado para vosotros, entonces complétenlo (treinta días).»

Muslim también reportó en la autoridad de Abdullah ibn Omar que el Mensajero de Alá (saw) dijo: «El mes de Ramadan consiste de 29 días; así que cuando veáis la luna nueva ayunen y cuando la veáis (la luna nueva denuevo en el comienzo del mes de Shawwal) entonces rompan el ayuno, y si el cielo está nublado oara vosotros entonces calcúlenlo (a treinta días).»

Estos hadices son muy claros e inequívocos, en ellos el Mensajero de Allah (saw) nos ordena a ayunar cuendo la aparición de la luna nueva de Ramadan sea confirmada, y nos ordena a romper el ayuno con la aparición de la luna nueva de Shawwal esté confirmada; estas ordenes son vinculantes y su violación es un acto pecaminoso así como lo es abandonar cualquier otro deber o cometer algún acto ilegal.

La orden de ayunar y romper el ayuno es general: «No ayunéis hasta que la veáis y no rompáis el ayuno hasta que la veáis.»-«Ayunad cuando se le tenga visión y romped el ayuno se le aviste.» El verbo ‘Sumu’ (ayunad) está en la forma plural que incluye todos los Musulmanes alrededor del Mundo. Además, la palabra ‘Ruayateh’ (visión) también viene en una forma general: «Cuando se le aviste» o «Si es que es vista.»; esto significa que incluye cualquier avistamiento, y no se aplica simplemente a la persona que vea la luna nueva, ni tampoco se aplica específicamente sólo a la gente de su propio país, ya que lo que ordena el ayuno y el cese del ayuno es general y completa, así como es el avistamiento, por ello, la regla es sin dudas general.

 

El llamado no es individual para cada Musulman a ver la luna y depués ayunar o de celebrar Eid basado en sus visiones personales. Incluso el Profeta (saw) acostumbraba a ayunar cuando personalmente no veía la luna si no que cuando un Musulman le reportaba que la habían viso. Ibn Omar (ra) reportó, «Durante el tiempo del Profeta (saw), los compañeros fueron a ver el nuevo creciente. Así que le conté al Profeta (saw) que la había visto. Así que ayunó y le dijo a sus compañeros que ayunaran.» [Abu Dawud & Hakim]

Entonces, el comando de ayunar y el cese del ayuno cuando la luna sea vista es una orden que abarca a todos los Musulmanes alrededor del Mundo. Así por ejemplo si la luna nueva es vista en Rabat en la noche del viernes, y no fue vista en Jakarta el viernes por la noche, pero fue vista la noche del sábado, la gente de Indonesia deberá actuar de acuerdo a lo visto en Marruecos, por ello deben comenzar el ayuno el viernes si es que la luna nueva era la de Ramadan; si no ayunan deberán compensar el día porque la obligación de ayunar ha sido confirmada por el avistamiento de la luna nueva en cualquier por cualquier Musulmán en cualquier parte del Mundo. Y, si la luna nueva de Shawwal es vista, deberían tomper el ayuno cuando las noticias del avistamiento les llegue, a pesar de no haberla visto por ellos mismos, por el momento el avistamiento es confirmado, tienen que romper el ayuno y cometerían un error si continuaran el ayuno.

Por lo tento la norma de la Shari’a dice que si la gente de un país ve la luna nueva, sería como si todos los Musulmanes la hayan visto, por eso deberían todos ayunar si es que fuera la luna nueva de Ramadan, y debrían cesar el ayuno si es la luna nueva de Shawwal. Esto es la ley de Alá (swt) según los textos de la Shari’a.

Durante la vida del Mensajero de Alá (saw), los Musulmanes acostumbraban comenzar el ayuno el mismo día y romper el ayuno el mismo día apesar del hecho de que vivían en diferentes areas, y esto sirve como otra evidencia de la Shari’ah que el avistamiento de la luna nueva de un sector obliga a todos los Musulmanes a ayunar juntos el mismo día y cesar el ayuno juntos en el mismo día.

http://www.khilafah.com/index.php/ramadan/ramadan/7311-the-obligation-of-beginning-ramadhan-when-the-moon-is-sighted-in-any-country

«Y realmente vuestra comunidad (ummah) es una y Yo soy vuestro Señor, por lo tanto tened temor de Mí»  Corán Sura de Los Creyentes (23,53)

La Europa colonialista y la destrucción del califato

El día Lunes 3 de Marzo de 1924 (el 28 de Rajab 1342 DH) el Mundo despertó a la noticia de que Mustafa Kemal en Turquía oficialmente habría abolido el Califato. Esa noche Abdul-Mejid II, el último Califa de los Musulmanes, fue arrumado en un vehículo con una maleta con ropas y dinero y exiliado para nunca más volver. Así es como concluyeron 1342 años de soberanía Islámica. Lo siguiente es un recuento histórico de las acciones de los poderes coloniales de cómo primero sembraron la semilla de la desunión entre musulmanes a través de implantar la idea del nacionalismo y finalmente administrando la destrucción del Califato por sus agentes traidores.La independencia de Turquía fue oficialmente reconocida con la implementación del Tratado de Lausanne firmado con anterioridad el 24 de Julio de 1923. Bretaña y sus aliados retiraron sus tropas que habían ocupado Turquía desde el final de la Primera Guerra Mundial. En respuesta a esto, se realizaron protestas en la Cámara de los Comunes en contra del Secretario de Estado de Asuntos Exteriores Lord Curzon, por reconocer la independencia de Turquía. Lord Curzon respondió, «La situacióm actual es que Turquía esta muerta y nunca se levantará, porque hemos destruído su fuerza moral, el Califato y el Islam.»

Como admitido por Lord Curzon, Inglaterra junto con Francia jugaron un papel fundamental en la destrucción del Califato junto con Alemania en la Primera Guerra Mundial. Estos planes habían sido puesto en marcha cientos de años antes y finalmente obtuvo sus frutos cuando el Califato Otomano comenzó rápidamente a decaer a mediados del siglo XVIII.

El primer intento de destruír la unidad islámica fue en el siglo XI cuando el Papa Urbano II puso en marcha la primera cruzada por ocupar Al-Quds (Jerusalén). Después de 200 años de ocupación los cruzados fueron finalmente derrotados en las manos de Salahudeen Ayyubi (Saladino). En el siglo XV Constantinopla fue conquistada y la última fortaleza del Imperio Bizantino fue derrotada. Más tarde en el siglo XVI el Estado Islámico barrió el sur y el este de Europa llevando el Islam a sus gentes. Por consiguiente millones de personas en Albania, Yugoslavia, Bulgaria y otros países aceptaron el Islam. Tras el asedio de Viena en 1529 Europa formó alianzas para detener la expansión del Califato. En este punto la animosidad de los Cruzados en contra del Islam y el Califato fue revivida y surgieron los planes para hacer frente a este, más tarde conocido como, «problema de oriente».

El Conde Henri Decastri, escritor francés quien escribió en su libro llamado ‘Islam’ en 1896: «No puedo imaginar lo que dirían lo Musulmanes si oyeran los cuentos del medioevo y entendieran lo que los oradores cristianos acostumbraban a decir en sus himnos; todos nuestros himnos hasta aquellos que surgieron antes del siglo XII emanaron de un concepto que fue la causa de las Cruzadas, estos himnos estaban llenos de odio en contra de los Musulmanes debido a la total ignorancia sobre su religión. Como resultado de aquellos himnos y canciones, odio hacia aquella religión se erradicó en las mentes de la gente, y las ideas erróneas profundamente eraizadas, algunos de los cuales se siguen llevando hoy en día. Todos acostumbraban a considerar a los Musulmanes como politeístas, incrédulos, adoradores de ídolos y apóstatas.»

Después de su derrota los cruzados entendieron que el motivo de la fortaleza de los musulmanes y su resolución estaba en la Aquida Islámica. Mientras los musulmanes se mantuvieran fuertemente apegados al Islam y al Corán el Califato jamás se destruiría. Es por ello que a finales del siglo XVI establecieron el primer centro misionario en Malta y lo hicieron su sede central para enviar misionarios en contra del mundo musulmán. Este fue el comienzo de la propagación de la cultura occidental en el mundo musulmán por ingleses, franceses y americanos.

Estos misionarios trabajaron encubiertos como instituciones educacionales y científicas. En un comienzo su efecto en los musulmanes fue mínimo. Pero durante los siglos XVIII y XIX con la decadencia del Califato los misionarios lograron sacar provecho de la debilidad del Estado y difundundieron conceptos corruptos a la gente. En el siglo XIX Beirut se vovió el centro para la actividad misionaria. Durante este tiempo los misionarios se aprovecharon de los conflictos sociales entre cristianos y druses y más tarde entre cristianos y musulmanes, con Inglaterra apoyando a los druses y Francia del lado de los cristianos maronitas.

Los misionarios tenían dos metas durante este período.

1. Separar los árabes del Estado Otomano
2. Enajenar los Musulmanes del Islam

En 1875 fue formada la «Asociación Secreta» en Beirut en un intento por fomentar el nacionalismo árabe en la gente. A través de declaraciones y folletos llamaban a la independencia política de los árabes, especialmente aquellos en Siria y Líbano. Aquellos a cargo culpaban constantemente a Turquía en su literatura de arrebatar el Califato islámico de los árabes, violando así la Shari’ah islámica, y abusando del Din [Religión].

Estas semillas de nacionalismo árabe dieron fruto en 1916 cuando Inglaterra le ordenó a su agente Sharif Hussein de Mecca comenzar la rebelión árabe en contra del Califato Otomano. Esta rebelión fue exitosa en dividir los países árabes del Califato, poniéndolos bajo el mandato Inglés y Francés.

Al mismo tiempo se incitaba el nacionalismo entre los Turcos. El movimiento Jóvenes Turcos fue establecido en 1889 en la base de nacionalismo turco y alcanzaron el poder en 1908 después de la destitución del Califa Abdul-Hamid II. El traidor Mustafa Kemal quien quería abolir el Califato era miembro de Jóvenes Turcos. Es por ello que más tarde Mustafa Kemal dijo: «¿Que no fue a causa del Califato, el Islam y el Clero que los campesinos turcos lucharon y murieron durante cinco siglos? Es tiempo ya de que Turquía se preocupe de sus propios intereses e ignore los hindúes y árabes. Turquía debe deshacerse del liderazgo de los Musulmanes.»


Junto con las actividades misionarias Inglaterra y Francia junto con Rusia comenzaron directamente a colonializar varias partes del mundo musulmán. Esto comenzó a mediados del siglo XVIII cuando en 1768 Catherine II de Rusia luchó en contra del Califato y exitosamente ocupó las tierras del sur de Ucrania, Norte del Cáucaso y Crimea los que fueron incorporados al Imperio Ruso. Francia atacó Egipto e Inglaterra comenzó a ocupar India. Gradualmente, las tierras del Califato fueron retrocediendo hasta acabar la Primera Guerra Mundial, lo único que quedaba era Turquía, la que fue ocupada por las fuerzas aliadas bajo el comando de un General inglés llamado Charles Harrington.

La división de las tierras del Califato fue un acuerdo premeditado tramado por Inglaterra y Francia en 1916 en el acuerdo secreto conocido como Sykes-Picot. Este plan fue negociado entre el diplomático francés François Georges-Picot y el asesor diplomático inglés Mark Sykes. En el acuerdo a Inglaterra se le concedió el control de Jordania, Iraq y una zona pequeña alrededor de Haifa. A Fracia le fue concedida el control del sudeste de Turquía, el norte de Iraq, Siria y Libano. Los poderes a mando tenían la libertad de decidir dentro de los límites del estado dentro de estas zonas. El mapa del Medio Oriente de hoy es un legado de Sykes-Picot con las fronteras marcadas por las líneas dibujadas por el Sr. Sykes y el Sr. Picot usando una regla de medir sobre las antiguas tierras del Califato.

Justo antes de la destrucción del Califato, Inglaterra jugó el rol más importante educando a su agente Mustafa Kemal. A través de un número de maniobras políticas asistidas por Inglaterra, Mustafa Kemal fue capaz de establezerse como una autoridad en Turquía. En 1922, la conferencia de Lausanne fue organizada por Secretario de Estado de Asuntos Exteriores Lord Curzon para discutir la indepandencia de Turquía. A este punto Turquía estaba bajo la ocupación de las fuerzas aliadas con la institución del Califato existiendo solamente de nombre. Durante esta conferencia Lord Curzon estipuló cuatro condiciones para el reconocimiento de la independencia de Turquía. Estas condiciones fueron:

1. La abolición total del Califato
2. La expulsión del Califa fuera de las fronteras
3. La confiscación de sus bienes
4. Declaración que Turquía se volvería un estado secular

El éxito de la conferencia dependía del cumplimiento de estas condiciones. Sin embargo, a pesar del la presión extranjera muchos Musulmanes en Turquía aún abrigaban la esperanza de la idea del Califato, que había servido al Islam tan bien por tantos siglos y consideraron inconcebible que se pudiese abolir. Por lo tanto Lord Curzon falló en asegurar estas condiciones y la conferencia terminó en un fracaso. Aún así, el astuto Lord Curzon en nombre de Inglaterra no se dió por vencido. El tercero de Marzo de 1924 Mustafa Kemal usando la fuerza y aterrorizando sus oponentes políticos logró sacar adelante el proyecto de ley sobre la Abolición que haría la institución del Califato oficialmente abolida.

Para los poderes colonialistas no les bastó con la destrucción del Califato. Querían asegurar que el Califato nunca más se levantaría entre los Musulmanes.

Lord Curzon dijo, «Debemos poner final a cualquier cosa que traiga alguna unión islámica entre los hijos de los Musulmanes. Así como ya hemos tenido éxito en terminar con el Califato, debemos asegurarnos de que nunca se alzará la unidad entre los Musulmanes, ya sea unidad intelectual o cultural.»

Por consiguiente, colocaron un número de obstáculos en el camino para el restablecimiento del Califato así como:

1. La inserción de conceptos no islámicos en el mundo Islámico así como el patriotismo, nacionalismo, socialismo y secularismo y el fomento de movimientos políticos basados en estas ideas.

2. La presencia de currículos educacionales establecidos por los poderes coloniales, los que han perdurado en uso por más de 80 años, lo que ha guiado a la mayoría de los jóvenes graduados y aquellos en institutos educacionales en una dirección contraria al Islam.

3. La estrangulación económica del Mundo Musulmán por gobiernos de Occidente y compañías de tal manera que la gente vive en una miserable pobreza y son obligados a solo preocuparse por alimentarse y alimentar a sus familias despreocupandoles el verdadero rol de los colonialistas.

4. La deliberada herencia de dividir el mundo Musulmán en contenciosas fronteras y territorios de tal manera que los Musulmánes permanentemente se preocupan de pequeños problemas.

5. La creación de organizaciones como la Liga Arabe y más tarde la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) que diluyeron los enlaces del Islam, continuó la desunión del Mundo Musulmán mientras fallaba miserablemente en solucionar cualquier problema o asunto.

6. La imposición de un estado extranjero, Israel el en corazón del Mundo Musulmán que sería la punta de la lanza para el ataque de los poderes de Occidente a los indefensos Musulmanes mientras perpetuaban el mito de la inferioridad de los Musulmanes.

7. La presencia de gobiernos tiranos en los países Musulmanes, cuya lealtad es para sus amos de Occidente; quienes oprimen y torturan a la Ummah; no son de la Ummah y la odia tanto como la Ummah los odia a ellos.

A pesar de estos obstáculos y las conspiraciones y planes de los colonialistas el restablecimiento del Califato es una vez más una realidad para el Mundo Musulmán. Debemos tomar esta oportunidad en el aniversario de la destrucción del Califato para reflexionar en la situación actual de los Musulmanes y tener claro que solamente a través de trabajar para restablecer el Califato sin dudas lograremos el éxito en esta vida y la próxima.

 

¿Qué es el Califato?

El Califato

El Califato (خلافة) es un sistema político único de la ideología del Islam. No puede ser comparado con los gobiernos musulmanes de hoy. Es una construcción política única basada en el concepto de ciudadanía sin importar etnicidad, género o creencia y se opone completamente a la opresión del cualquier grupo religioso o étnico.

El Califato no es una dictadura

El Califa (خليفة‎) es el nombre dado a la cabeza del Estado en el Califato. La autoridad para gobernar del Califa debe ser otorgada con el consentimiento de la gente a través de un contrato de gobierno especial llamada bay’ah (بايعه). Sin este contrato no puede ser la cabeza del Estado. Esto es totalmente contrario a la figura de un Rey o Dictador quien impone su autoridad por sobre la gente a través de coerción o fuerza. Los Reyes tiranos y Dictadores en el Mundo Musulmán son un gran ejemplo de esto, encarcelando y torturando a su propia gente y usurpando sus riquezas y recursos.

Esté contrato (bay’ah) estipula que el Califa debe ser justo y que debe gobernar a la gente con la Ley Islámica (shari’ah, شريعة). No es soberano y no puede legislar leyes a su favor y conveniencia personal o la de su familia. Cualquier ley que desee pasar debe derivarse de las fuentes legales Islámicas a través de una metodología precisa y detallada llamada ijtihad (اجتهاد). Si el Califa legase a legislar cualquier ley de manera contraria a la mencionada o comete alguna opresión en contra de su pueblo, la corte más alta y más poderosa en el Estado llamada la Corte de Actos Injustos (mahmakat muzalim) puede destituir al Califa y ordenar su salida del mando.

El Califato no es una teocracia

El Califa ha sido igualado al Papa, quien es el Líder Espiritual de todos los musulmanes, infalible y escogido por Dios. Esto no es el caso, ya que el Califa no es cura. Su posición es una posición ejecutiva en el gobierno Islámico. No es infalible y puede cometer errores, es por ello que existen tantos controles y contabilidad para asegurar que él y su gobierno se hacen responsables. El Califa no es escogido por Dios sino que elegido por la gente y asume su autoridad a través del contrato mencionado anteriormente (bay’ah). El Califato no es una teocracia ya que su legislación no está restricta a códigos religiosos y morales que nieguen los problemas sociales. Más bien shari’ah es un sistema comprensivo que legisla temas de gobierno, sociedad, economía y judiciales por nombrar solamente unos pocos. El progreso económico y la mejora de las condiciones de vida de la gente es uno de sus principales objetivos. Esto es completamente contrario a teocracias reaccionarias, medievales que existieron en Europa en donde los pobres eran oprimidos y obligados a trabajar y vivir en miserables condiciones a cambio de la promesa del Cielo. Históricamente el Califato fue un estado muy rico con una floreciente economía, alto estándar de vida y líder mundial en industria y estudios científicos durante varios siglos.

El Califato no es un Imperio

El Califato no favorece a su capital o a cualquiera de los países sobre los cuales gobierna más que otros. Nacionalismo y racismo no tiene cabida en el Islam y están completamente prohibidas. El Califa puede ser de cualquier raza o color o perteneciente a cualquier escuela de jurisprudencia así como Sunní o Shi’a siempre que sea Musulmán. Históricamente la capital del Califato se fue cambiando a medida que el califato se fue expandiendo. Medina, Kufa, Bagdad, Damasco y Estambul han sido todas capitales del Califato, y los Califas han sido de varias tribus y razas diferentes. En cuanto al Califa que debe ser Musulmán, la cabeza del Estado de un país debe creer en la ideología o la ley implementada. Esto es comunmente incorporado en el pacto jurado por la cabeza de Estado al tomar su posición. Esto es, por ejemplo, el motivo por el cual un comunista no podrá jamás ser aceptado como Presidente de los Estados Unidos.

Derechos de los no musulmanes

Los no musulmanes tienen un status honorable en el Califato. Los no musulmanes son llamados Dhimmi (gente de contrato) en el Califato, lo que significa que disfruta de su derecho de ciudadano completamente. El Profeta Muhammad (saw) dijo:

Quien dañe a una persona bajo contrato, ó le cargue más de lo que puede, accederé por el en el Día del Juicio.

[Narrado por Yahia ibn Adam en Kitab al-Kharaj]

Los derechos de los no musulmanes son consagrados y estipulados en la Ley Islámica (shari’a) y no pueden ser revertidos por procedimientos legales o por el capricho de cualquier gobierno. Esto provee estabilidad y seguridad a los no musulmanes, permitiéndoles vivir sus vidas sin miedo a perder sus derechos en algun tiempo futuro. Compara esto con los gobienrnos de Occidente que promulgan leyes anti-terroristas más y más draconianas apuntando a la comunidad musulmana en el nombre de combatir al terrorismo y seguridad nacional.

Imam Qarafi (un clásico erudito del Islam)resumió las responsabilidades del Califato al dhimmi cuando escribió:

El pacto de protección nos obliga a ciertas responsabilidades con respecto a ahl al-dhimmah. Son nuestros vecinos bajo nuestro abrigo y protección con la garantía de Allah, Su Profeta (saw) y el Islam. Quienquiera que viole estas obligaciones en contra de cualquiera de ellos tanto como una palabra abusiva, a través de calumniar su reputación, a través de dañarle de alguna manera o asistiendo en ello, ha infringido la garantía de Allah, Su Profeta (saw) y la religión del Islam.

[Shaha al-Deen al-Qarafi, Al-furuq]

El Califato no puede forzar o presionar cualquier no musulman a convertirse al Islam. Iglesias, Sinagogas y Templos están todos protegidos por el Califato. Aquellos que siguen cierta religión podrán practicarla sin interferencia o acoso por parte de la policía y las autoridades. El Gobierno no amenazará con cerrar lugares de culto o espiar a los fieles y sermones como lo hace el gobierno Inglés.

Históricamente, cuando el Califato gobernaba Jerusalén, protegió la más sagrada Iglesia del Cristianismo. La Iglesia de la Santo Sepulcro. Las llaves de esta iglesia ha estado a cargo por siglos por la familia musulmana Nusseibeh quienes hasta hoy siguen abriendo y cerrando las puertas diariamente.

Gobierno abierto a contabilidad

El Califa y su gobierno cree en el Islam y su motivación a estrictamente adherirse a las leyes es debido a su creencia a la rendición de cuentas al morir. Esta creencia crea políticos de confianza y responsables, y no políticos que dicen una cosa y hacen otra. Son elegidos por sus méritos en vez de ‘favores políticos’. Con esto dicho, los miembros del gobierno no son divinos y pueden cometer errores y cometer crímenes. Por esta razón es que existe un proceso de contabilidad estricta y efectiva a través de la corte judicial independiente llamada La Corte de Injusticias (Mahkamat Muzalim), que tiene el poder de destituir cualquier funcionario del gobierno incluyendo al Califa si no cumplen con sus contratos o cometen alguna injusticia.

Cada Musulmán tiene la responsabilidad de hacer al Califa y su gobierno rendir cuentas. Esta acción de rendir cuentas es una de las mejores y más nobles tareas en el Islam. El Profeta Muhammad (saw) dijo:

«El mejor yihad es una palabra de verdad ante un líder tirano»

Por eso cualquiera en el estado, ya sean individuos, miembros de partidos políticos ó medios de comunicación, tiene el derecho de exigir la rendición de cuentas y criticar al Califa. No pueden ser arrestados ó penalizados por hablar, como le sucedió a Walter Wolfgang de 82 años quién se atrevió a decir la palabra «tonterías» durante el discurso del Secretario de Relaciones Exteriores Jack Staw sobre Irak en septiembre del 2006.

Gobierno representativo

La consulta es un pilar del gobierno y existirá una Cámara de Representantes (Majlis al-Ummah) en la capital con asambleas regionales en las diferentes provincias del Califato. Esta es una cámara de representantes escogidos compuesta de hombres y mujeres de todas la regiones y grupos étnicos dentro del Estado.

A diferencia de la Democracia, la Cámara de Representantes no es legislativa. Las únicas resoluciones aprobadas por la Cámara, de las que el gobierno se ve obligado a seguir, son aquellas relacionadas a las aplicaciones prácticas de la política gubernamental, y aquellas relacionadas a la eliminación de funcionarios de gobierno. La Cámara actúa como contrapeso a los poderes ejecutivos del gobierno.

La Cámara tiene el derecho de exigir cuentas al Califa sobre todas las acciones que el Estado ha ejecutado, ya sean nacionales o extranjeras, financias, militares, etc. También la Cámara puede aprobar resoluciones de descontento con los Gobernadores, Alcaldes y Asistentes (mu’awin), y el Califa debe sacarlos del cargo.