La guerra contra el Islam

وَقَدْ مَكَرُواْ مَكْرَهُمْ وَعِندَ اللّهِ مَكْرُهُمْ وَإِن كَانَ مَكْرُهُمْ لِتَزُولَ مِنْهُ الْجِبَالُ

(Los incrédulos) maquinaron y Allah desbarató sus planes; y ciertamente sus maquinaciones podrían haber derrumbado montañas.’ 14:46

 Alabado sea Allah, Señor de los Mundos. La paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado Profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y sobre todos los que lo sigan hasta el Día Final.

 En esta era en que vivimos, los problemas que enfrentamos son un asunto de supervivencia y no algo ligero, sino algo extremadamente grave que requiere el máximo esfuerzo de cada uno de nosotros, tanto con nuestras personas como con nuestros bienes, todos en su máxima capacidad.

 Atravesamos por una época de crisis grave que quedará marcada en la historia de nuestra Ummah y que solo será escrita por aquellos a quienes Allah ha agraciado con Su Temor.

 Los enemigos de Allah y Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, nos han declarado la guerra desde hace varias décadas y han abierto todo tipo de frentes de batalla: el militar, el político, el ideológico, el mediático, el intelectual, el psicológico, etc.

 En este articulo debe entenderse que la palabra ‘enemigo/a/s’ representa a todo grupo, gobierno, asociación o persona que, a sabiendas o no, trabaja pasiva o activamente para la instauración global de un sistema de vida materialista desenfrenado que no  toma en cuenta para nada el derecho humano de adorar a Allah tal como Él lo prescribió, obedeciendo Sus mandatos, respetando Sus leyes y garantizando la dignidad humana por encima de cualquier otro interés. Esta agenda conlleva irremediablemente la pugna por la destrucción del Islam.

 La implementación de su agenda satánica se ve reflejada en muchas de sus acciones, a saber: invasiones militares, instauración de gobiernos títeres, asesinatos extrajudiciales, imposición de sanciones económicas, académicas y culturales;  previniendo el uso de tecnologías de desarrollo, montando servicios de inteligencia que monitorean todo asunto, capturando a los musulmanes y a sus sabios, encarcelándolos, torturándolos, asesinándolos o  ridiculizándolos (de acuerdo les convenga); montando campañas de difamación en contra del Islam, del Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, de la creencia de los musulmanes y un larguísimo etcétera.

 Abiertamente dicen que jamás permitirán a los musulmanes que instauren a su Califa ni permitirán que se rijan con la ley de Allah. Dicen que sólo estarán en conformidad con nosotros cuando abracemos absolutamente sus valores ‘democráticos ‘y sus sistemas de economía y la filosofía que tienen para ver la vida.  Esto no debería de sorprendernos para nada pues Allah nos da en el Qur’an la pauta para conocer las verdaderas intenciones de nuestros enemigos externos mientras que nos advierte a NO SEGUIRLOS so pena de ser contados entre los perdidos:

 Ni los judíos ni los cristianos estarán satisfechos de ti mientras no sigas su religión. Di: «La dirección de Allah es la Dirección». Ciertamente, si sigues sus pasiones después de haber sabido tú lo que has sabido. no tendrás amigo ni auxiliar frente a Allah. (2:120) 

 Los enemigos de Allah son en realidad los enemigos de la humanidad entera, nosotros los musulmanes no somos más que ‘la última frontera’  ya que se lograron imponer al resto del mundo por vía de la fuerza y el terrorismo intelectual y por poco lo logran con nosotros también, a no ser por la misericordia de Allah que ha levantado de entre nosotros hombres y mujeres de bien que han estropeado parcialmente sus planes. Confiamos en la promesa de Allah.

 El modus operandi de estos elementos no respeta religión, nacionalidad, cultura o posiciones políticas, ya que  el objetivo es imponer –como ellos lo llaman- un nuevo orden mundial a costa de lo que sea, por ejemplo: han invadido decenas de países en todos los rincones del mundo, incinerando millones de seres humanos con bombas monstruosas, saqueando las riquezas de sus víctimas e implantado sus sistemas legislativos, políticos y económicos que no tienen en cuenta la justicia ni ningún principio de equidad sino otros intereses que los benefician exclusivamente a ellos y son tan descarados que una vez que han causado la ruina de alguna de sus víctimas dicen, como si fueran buena gente: ‘vamos a reconstruir’ . En todo momento justifican su conducta criminal: ‘llevamos libertad, progreso, desarrollo, democracia y modernismo’, dicen.

 En cuanto a su arremetida en contra de los musulmanes, es muy importante reconocer que el objetivo de todos los frentes que han abierto es conseguir lo que en el campo de batalla no se ha conseguido jamás por parte de nuestros adversarios, tanto actuales como históricos: destruir al Islam o por lo menos contaminarlo de forma tal que se vuelva algo similar a lo que convirtieron al cristianismo hoy en día: en un evento social de fin de semana incapaz de ejercer la menor influencia o trascendencia en la vida del individuo ni la sociedad. Quieren, por lo menos,  convertirnos en musulmanes de día viernes. Le pedimos auxilio a Allah:

 «¡Señor! ¡Infunde en nosotros paciencia, afirma nuestros pasos, auxílianos contra el pueblo incrédulo!» 7:126 

 Los perversos enemigos de Allah saben muy bien que las bases doctrinales sobre las cuales se asienta la forma de discernir todos los asuntos de la vida del musulmán es lo que ha impedido que el Islam sea destruido por completo. Por eso han declarado sin vergüenza que han abierto una batalla ‘to win the hearts and minds’ (para ganar las mentes y corazones) de los musulmanes y que los musulmanes no caigan victimas del ‘extremismo religioso’.

 Ellos saben que si esta arma poderosa  que Allah le dio al creyente -la forma de ver y vivir la vida a la luz del Islam, poseyendo una ‘aquidah  (creencia) correcta basada en el Qur’an, la Sunnah y el Consenso de los Sabios y su adecuada implementación en todos nuestros quehaceres- es destruida o por lo menos contaminada entonces el musulmán se volverá presa fácil de sus ideologías, asociando a Allah semejantes en el Derecho a declarar qué es lo lícito y qué es lo prohibido (haram/ halal) y abandonará la Lucha para instaurar la Justicia por la Causa de Allah mientras que no será capaz de entender los principios de alianza y animosidad por Allah (al wala’ wal bara’a) ni de ordenar lo que es bueno y denunciar lo que es malo (amr bilma’ruf wa nahi ‘an al munkar)  y por ende terminará haciendo lo que hacen los insensatos que en su falta de Luz llaman bueno a lo malo y malo a lo bueno:

 Se reporta en el Sahih del Imam Muslim en un hadiz de Hudhaifa ibn Al Iaman, que el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “Las tentaciones se irán presentando en los corazones de los hombres como una estera que es trenzada palillo a palillo, y en cada corazón que se impregne de ellas habrá un punto negro, y en cada corazón que las rechace habrá un punto blanco, hasta que haya dos tipos de corazones: uno blanco, como una piedra blanca, que no será dañado por ninguna tentación mientras existan los cielos y la tierra, y el otro negro ceniciento (asuadu murbaddan), como una vasija cubierta de polvo y dada vuelta, <span>que no reconocerá lo bueno ni rechazará lo malo sino que estará impregnado de pasiones del ego</span>”

 Esta evidencia nos obliga a tomar conciencia de lo importante que es en el plano personal y colectivo para el musulmán definir su postura y su mentalidad a la realidad geopolítica moderna. Queridos hermanos, reflexionemos por un instante en cómo Allah nos advierte sobre la gravedad de este asunto.

 Quienes creen, combaten por Allah. Quienes no creen, combaten por los tagut. Combatid, pues, contra los amigos del Demonio. ¡Las artimañas del Demonio son débiles! (4:76)

 Y es claro que en esta aleya la palabra traducida como ‘creen’ no significa solo decir ‘la ilaha ila Allah Muhammadan rasulullah’. El Imaan (fe) del musulmán tiene que purificarse y estar libre de toda duda con respecto a qué es verdaderamente bueno y qué es verdaderamente malo, por eso el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo:

 Abu Umama reportó que el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, Dijo: Aquel que ama por Allah, aborrece por Allah, da (caridad) por Allah y se mantiene firme por Allah en verdad ha perfeccionado su imaan (fe). Registrado por Abu Dawud y Thirmidi.

 Y en otra narración:

 Abu Darr reportó que el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: El mejor de los actos es amar (a lo bueno) y aborrecer (a lo malo) por Allah Registrado por Abu Dawud

 Existe entonces el peligro real de que si el musulmán no tiene claro estos principios del Islam pueda ser vencido en el campo de batalla ideológico y no oponga más resistencia a los planes de trasfondo de nuestros enemigos. Aún más: existe la real posibilidad de formar parte de su bando, aun cuando sea inadvertidamente.

 Para poder confrontar  los embates del enemigo en este frente ideológico, es imprescindible tener bien claro el panorama real y quiénes son los protagonistas. No puede haber lugar a dudas en cuanto a las intenciones del enemigo (tal como lo explica Allah en la ya citada aleya), así como no puede haber duda en cuanto a la actitud que debemos tomar para repeler el ataque. Es nuestra obligación como creyentes enfrentar al enemigo abandonándonos en Allah sabiendo que de Él proviene toda fuerza, victoria y socorro mientras que al mismo tiempo hacemos nuestra parte: instruirnos en los asuntos de Islam y del mundo e indentificar todo asunto que atente contra nuestra integridad. Allah nos exhorta en el Qur’an:

 ¡Preparad contra ellos toda la fuerza, toda la caballería que podáis para amedrentar al enemigo de Allah y vuestro y a otros fuera de ellos, que no conocéis pero que Allah conoce!….(8:60)

  en la Sunnah: 

 Abu Saíd Judri relató que el Profeta , la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: Cualquiera que ve algo malo debe apartarlo con sus manos. Si es incapaz de ello, debe hablar contra ello con su lengua. Si es incapaz de hacer siquiera eso, al menos debe despreciarlo con su corazón, y éste es el nivel más bajo de fe. Registrado en el Sahih del Imam Muslim.

 Si bien es cierto que el campo de batalla militar esta al ‘otro lado del mundo’,  no es menos cierto que el frente de batalla ideológico sí que está abierto a nivel global y nos afecta directamente como ya hemos visto. Y a la luz de la evidencia Islámica, no nos queda más que repeler el ataque ideológico a los fundamentos de nuestro din.  Esto no nos exime de hacer lo que esté a nuestro alcance para aliviar el sufrimiento de nuestros hermanos en cualquier parte del mundo que sufren la humillación, la violación y el saqueo por parte de los enemigos de Allah:

 Anas ibn Malik reportó que el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: ¡Por aquel en cuyas manos está mi alma! Nadie es un creyente hasta que ama para su hermano (musulmán) lo que ama para sí mismo. Registrado en los Sahih de Bukhari y Muslim.

 Entonces, ¿cómo repelemos este ataque? Queridos hermanos, el primer paso sin duda es conocer cómo opera el enemigo, ¿acaso piensan ustedes que si el shaytan se presentara a la gente diciendo ‘¡Soy el demonio, seguidme!’ la gente lo seguiría? ¡Claro que no! No es asi como opera el demonio, sino que hace que las maldades se presenten como algo bueno, noble, encomiable y digno de ejecutarse. Y es así como él engalana las obras a quienes engaña. Conociendo el modus operandi del shaytan y de sus awliyah (socorredores, auxiliares, amigos íntimos) de entre los hombres hemos dado el primer paso a estar alertas y a ser menos susceptibles a sus tretas.

 Desafortunadamente muchos musulmanes han caído en esta trampa y abren su mente y corazón a la contaminación espiritual producto del pensamiento e ideología de la incredulidad, tales como ‘democracia’ o ‘libertad de expresión’ o cosas parecidas. Aquí vale la pena aclarar que algunos de los principios de estas ideologías son parte correctos y parte incorrectos.  Cualquiera de sus postulados que sean correctos YA ESTAN CONTEMPLADOS EN EL ISLAM, y lo que es incorrecto sólo puede ser una de dos: fasad (corrupción) o kufr  (incredulidad) y la Fe y la incredulidad no pueden estar mezcladas nunca. Allah Todopoderoso ha revelado a la humanidad todos los parámetros morales y éticos para conducirse en absolutamente todo aspecto de la vida:

 …Hoy os  he perfeccionado  vuestra religión,  he completado  Mi gracia en vosotros y Me satisface que sea el Islam vuestra religión…. (5:3) 

 Así por ejemplo no vamos a encontrar en las fuentes Islámicas una detallada descripción de cuales son las leyes de tránsito, pero sí vamos a encontrar los fundamentos para desarrollar un código de normas que garanticen un marco de justicia y derecho acordes al Qur’an y la Sunnah . Desarrollar las normativas que atañen a asuntos de la modernidad es el trabajo de los fuqaha (juristas) basados en las fuentes autenticas.

 Vemos que una de las tretas que sorprenden a muchos musulmanes ingenuos y que los hace caer en esta trampa de abrazar las ideologías de los no musulmanes es el hecho de que hay musulmanes que, por ejemplo,  transgreden los derechos de las mujeres o de las minorías, como si con esto quedaría comprobado que el Islam es incompleto o que el Islam enseña estas conductas, cuando la realidad es todo lo contrario.

 Insisto que algunos de ellos lo hacen sin mala intención, pero esto no los exime de culpa ni de la responsabilidad por lo que hagan, máxime cuando algunos de ellos osan proclamarse como abanderados del Islam. Allah nos advierte sobre esto:

 Di: «¿Os daré a conocer quiénes son los que más pierden por sus obras?, aquéllos cuyo celo se pierde en la vida de acá mientras creen obrar bien» (18:103-104)

 De esta manera nuestros contrincantes crean organizaciones que aparentan una causa solidaria o noble, cuando en realidad tienen agendas escondidas. No hablaremos de las organizaciones misioneras o de ‘valores democráticos’ (léase organizaciones anti-Shariah)que pululan en los países de mayoría musulmana. Lo que nos concierne en este articulo son las organizaciones de tinte cultural o intelectual que pretenden inventar un Islam nuevo creando comités o grupos de estudios, movimientos y  foros de toda índole que promueven sus ideas corruptas, invitan a musulmanes a que participen y formen parte de ellos y que denuncien al ‘terrorismo’ (léase la resistencia armada)  al ‘extremismo’ (léase prohibir lo malo y permitir lo bueno), entre otras cosas,  y luego los financian (no sin antes probar su fidelidad) y les dan un trampolín mediático para que sean tomados como el musulmán ejemplar a ser seguido, haciéndolos ‘famosos’ y ‘ejemplos de modernidad’ y les dan premios con nombres llamativos en eventos que reciben cobertura mediática extensa y que tienen el efecto psicológico de embaucar a quienes no están firmes en sus principios. Uno de los blancos predilectos de este tipo de esquemas es la mujer musulmana, a quien la pretenden hacer pasar como la víctima de una religión retrógrada. Donde sea que haya injusticia en contra de una mujer o de cualquier ser humano, es porque no hay Islam.

 Aquí quiero dejar bien claro que no es permitido para ningún musulmán odiar a otro, pues hay circunstancias en que la ignorancia es justificación ante Allah. Así pues, si vemos a algún hermano que se adhiere a alguna de estas cuestiones nuestro deber es llamarlo a la reflexión con la mejor manera (aunque a veces sí es correcto y prudente un tirón de orejas) y con las evidencias del caso. Tengan por seguro, queridos hermanos, que si él es sincero abandonará todo aquello que desconocía era opuesto a su din puesto que Allah garantiza la guía y la protección al sincero, y en caso de no serlo, seguirá ahondándose aun más en su extravío al punto que se ciegue y ya esté completamente convencido de que lo que hace es lícito, correcto e islámico.

 Para que Allah retribuya a los sinceros por su sinceridad y castigue a los hipócritas, si quiere, o se vuelva a ellos. Alá es Indulgente, Misericordioso. (33:24) 

 También los hay quienes no son tan ingenuos en sus discursos sino que abiertamente declaran su oposición a Allah con mentiras tales como: que la Ley de Allah es cosa del pasado, que el hijab y la poligamia son abuso a la mujer, que los castigos de la Shariah para los criminales convictos son una salvajada o cualquier cosa que abiertamente contradice al Qur’an o a la Sunnah auténtica y al consenso de los ‘ulama.

 La cosa puede ser muy grave.  En una ocasión llegué a leer en un página web muy conocida entre los musulmanes hispanoparlantes un artículo en el que su autor decía contemplar la posibilidad de casar a parejas homosexuales y que para él ‘Allah y su Mensajero tácitamente aprueban la homosexualidad’. ¡Imagínense la cantidad de veneno que es capaz de esparcir alguien que piensa así de Allah! No hay poder ni fuerza sino en Él.

 También me ha tocado ver hermanos que reniegan de ahadith auténticos por el simple hecho de que no son afines a sus ilusiones. Incluso dicen directamente, tras un falso antifaz de intelectualismo y disque en aras del raciocinio, que la Sunnah no es parte de la revelación protegida por Allah. O hay quienes hacen lo mismo con aleyas del Qur’an pero como negarlas abiertamente sería una clara señal de apostasía, se limitan a querer reinterpretarlas para que se ajuste a sus deseos o afirman que dichas aleyas no son aplicables hoy en día.

 Otros se dedican a inventar o a repetir mentiras en contra de los defensores del Islam y del honor de los musulmanes, haciéndolos pasar como salvajes sedientos de sangre inocente o fanáticos religiosos seguidores ciegos de costumbres culturales y no del Islam. Hay quienes ni siquiera tienen el menor escrúpulo en difamar la memoria de nuestros mártires.

 Lo cierto es que sin importar de qué forma ni en qué grado lo hagan,  los musulmanes que han caído víctimas de estos esquemas resultan siendo utilizados por nuestros contrincantes y por lo tanto se convierten en sus colaboradores.

 Un factor común que reúnen todos ellos es que fueron vencidos, y por paliza, en el campo de batalla no militar.

 Terminaron siendo carne de cañón de forma muy similar a los norteamericanos cuando se convirtieron en los tontos útiles de los judíos sionistas, financiándolos con billones de dólares al año mientras que en su propio país la gente se muere de hambre, les quitan las casas y no tienen medicinas  y encima pelean sus guerras y se enajenan el odio del mundo mientras los otros se soban las manos tras bastidores sin disparar un tiro (salvo a los desarmados palestinos) gritando holocausto, antisemitismo y terrorismo por todo lado. La subyugación a la que los han sometido es tal que Bill Clinton –quien rehusó  ir a Vietnam por cobarde- afirmó cuando era presidente que ‘tomaría las armas para defender a Israel’.

Hoy en día ellos son esclavos de un sistema de vida ateo y criminal. De esta forma convirtieron a esta gente en sus lacayos fieles, pasaron de ser los deicidas al pueblo escogido, con carta blanca para cometer cualquier crimen que les venga en gana e hicieron de los musulmanes sus enemigos mortales.

 Que sirva esto de ejemplo a los musulmanes, porque así como estos elementos consiguieron someter a los norteamericanos y otras naciones occidentales a ser sus sirvientes fieles, de la misma manera pretenden hacerlo con nosotros, a través de tretas ya mencionadas anteriormente o de recursos como los medios de desinformación masiva. No cesan de repetir  24 horas del día, 7 días a la semana y 365 días al año una tras otra las mentiras en contra del islam, de los muyahidín y de todo lo que vaya en contra de los intereses de los enemigos de Allah. Por más de 70 años en USA y en otros lugares de occidente se han esforzado al máximo para esclavizar al débil espíritu de esa gente;  los han sumido en el sexo, alcohol, drogas, homosexualidad y toda suerte de placeres mundanos para que no sean capaces de reaccionar. Propagan dichos y eslóganes vacios pero disfrazados con palabras elocuentes y lisonjas impactantes aparentando ser algo loable, que se convierten en moda seguirlos y el que vaya en contra de eso es mal visto y tachado con toda suerte de improperios. Lo mismo quieren hacer con la Umma:

 «Y al igual que a ti, hicimos que cada Profeta tuviera enemigos que se revelaba de entre los hombres y los genios, y que se susurraban mutuamente hermosos discursos para desviar a los hombres. Pero si tu Señor hubiera querido no lo habrían hecho. Apártate, pues, de ellos y sus mentiras.» 6:112

 Así, cuando un musulmán pierde la batalla psicológica o ideológica, se volverá pasivo e indiferente y se abstendrá de cumplir con su deber de asistir al Islam así sea tan sólo moralmente y se mostrara afín al pesar de los incrédulos cuando sufren algún revés en su lucha en contra del Islam, emitiendo comunicados de solidaridad para con ellos y de condena en contra de los musulmanes. Allah nos advierte que:

 No encontrarás a gente que crea en Allah y en el último Día y que tenga cariño a quienes se oponen a Allah y a Su Enviado, aunque éstos sean sus padres, sus hijos varones, sus hermanos o los miembros de su misma tribu….. (58:22)

 Es inaceptable la actitud sumisa que adoptan muchos con tal de caer bien o apaciguar a los opositores de Allah y Su Enviado, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, como que si ellos tuvieran más derecho que Allah a ser temidos.

 Queridos y respetados hermanos, es nuestra obligación para con Allah y con nuestros hermanos musulmanes hacer un esfuerzo por Su Causa,  preparándonos y estando alerta para no dejar que el enemigo tenga ni un ápice de ventaja sobre nosotros en ningún aspecto de esta situación.  

 El musulmán tiene que aprender cuando es conveniente ser enérgico, cuando ser suave, cuando perdonar, cuando condenar, cuando levantarse en contra de las injusticias y cuando reorganizarse para fortalecerse. Cuando denunciar y cuando aconsejar, cuando amar y cuando aborrecer; debe estar consciente de quienes son sus amigos y sus enemigos y quienes son de su confianza y quienes no, a quien creerle y a quien no, de donde tomar conocimiento y de donde no, cuando hablar y cuando callar, cuando hacer alianzas y cuando no.

 Dijo el Sheij Al Islam Ibn Taimiyah: “Ablandar el corazón de las personas puede ser más beneficioso en algunos casos que el rechazo. Y rechazar puede ser más beneficioso en algunos casos que ablandar el corazón. Por eso, el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ablandó el corazón de algunas personas y rechazó a otras.” Majmu’ al-Fatawa, 28/206

Todo lo arriba mencionado puede variar dependiendo de las circunstancias pero lo único que no puede variar por ningún motivo es la MENTALIDAD con que se encaran estas disyuntivas. Dicha mentalidad no puede ser otra que la que enseñó el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, y que practicaron sus compañeros y que fue corroborada por los ‘ulamah a lo largo de los siglos la cual sencillamente no es negociable bajo ningún punto de vista. Si el musulmán no se despoja de toda su yahiliah (léase costumbres, mentalidades, practicas y demás asuntos que afectan el carácter y que no tienen asidero en el Islam) jamás podrá estar a la altura de la responsabilidad que tiene el día de hoy.

Ibn Al Qayim dijo: «Y el siervo no saboreará la dulzura del imaan, la sinceridad y la certeza hasta que la yahiliah salga completamente de su corazón. » Tahdhib Madariy As Salikin.

 Duro es en esta era en que vivimos el camino de la educación y el conocimiento, de la paciencia ante la adversidad y de todo lo que hace a un musulmán capaz de  protegerse a sí mismo y a quienes lo rodean, mas con la venia del Altísimo no hay obstáculo infranqueable:

 Pretenden extinguir la luz de Allah [el Mensaje] con sus palabras [sin fundamentos], pero Allah hará que Su luz prevalezca aunque esto desagrade a los asociadores. Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la religión verdadera para hacerla prevalecer sobre todas las religiones, aunque esto disguste a los idólatras. 9:33-34

 La gente con estudios islámicos y los sabios de esta Ummah los herederos del Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él,  tienen el compromiso histórico de instigar a los musulmanes a que se esfuercen para que sus derechos sean reivindicados, a que se restaure el Califato y que tengamos plena implementación de nuestra ley en donde somos mayoría. Allah no necesita de ninguno de nosotros, pero nosotros si lo necesitamos a Él. Allah concertó un pacto con toda la gente de conocimiento cuando dijo:

 «Cuando Allah concertó un pacto con la Gente del Libro diciendo: Deberéis explicárselo claramente a los hombres y no ocultarlo. Pero ellos le dieron la espalda y lo vendieron por un vil precio. ¡Qué mal hicieron!»  3:187

 Quien combate por Allah combate, en realidad, en provecho propio. Allah, ciertamente, puede prescindir de las criaturas (29:6) 

 A los que pretenden destruir o contaminar el Islam les recuerdo:

 «Los incrédulos contribuyen con su dinero para apartar a los hombres del sendero de Allah, pero luego se lamentarán, y finalmente serán vencidos. Ciertamente los incrédulos serán congregados en el Infierno.» 8:36

 Musulmanes, reflexionad sobre las Palabras de Allah y del Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él:

 Di: «Si preferís vuestros padres, vuestros hijos varones, vuestros hermanos, vuestras esposas, vuestra tribu, la hacienda que habéis adquirido, un negocio por cuyo resultado teméis y casas que os placen, a Allah y a Su Enviado y a la lucha por Su causa, esperad a que venga Allah con Su orden…» Allah no dirige al pueblo perverso. (9:24) 

Abu Huraira reportó que el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con éldijo: Cualquiera que muera sin luchar por la causa de Allah y sin siquiera tener dicha intención en su corazón, muere como un hipócrita. Registrado en el Sahih del Imam Muslim. 

Y  dijo el valiente muyahid: ‘que feliz es aquel a quien Allah lo hace firme en el tauhid

  Le pido a Allah que desbarate la estrategia de sus enemigos y que los haga caer humillados en nuestras manos. Que Allah colme de paz y bendiciones a nuestro amado Profeta, su familia, sus compañeros y todos los que lo sigan hasta el Día Final. No hay fuerza ni poder salvo en Allah, y toda alabanza le pertenece a Allah, Señor del Universo.

 Salam alaikum wa rahmatullahi wa barakatuh.

 AbdAllah Abu Harun